SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
04 de diciembre de 2022, a las 12:00PM

Servicio y Lecturas

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El servicio empieza en silencio.

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Bendito sea Dios Padre, Hijo y Espiritu Santo.
Y bendito sea su reino, ahora y por siempre. Amen.

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Dios omnipotente,
para quien todos los corazones están manifiestos,
todos los deseos son conocidos
y ningún secreto se halla encubierto:
Purifica los pensamientos de nuestros corazones
por la inspiración de tu Santo Espíritu,
para que perfectamente te amemos
y dignamente proclamemos la grandeza de tu santo Nombre;
por Cristo nuestro Señor. Amén.

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Jesucristo, Palabra del Padre, luz eterna de todo creyente;
Ven y escucha la súplica ardiente,
Ven, Señor, porque ya se hace tarde. (2x)

 Cuando el mundo dormía en tinieblas,
En tu amor tú quisiste ayudarlo
Y trajiste, viniendo a la tierra, esa vida que puede salvarlo. (2x)

Ya madura la historia en promesas, sólo anhela tu pronto regreso;
Si el silencio madura la espera,
El amor no soporta el silencio. (2x)

Con María la Iglesia te aguarda
con anhelos de esposa y de madre
Y reúne a sus hijos en vela, para juntos poder esperarte. (2x)

Cuando vengas, Señor, en tu gloria, que podamos salir a tu encuentro
Y a tu lado vivamos por siempre,
Dando gracias al Padre en el reino. (2x)

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El Señor sea con ustedes.
Y con tu espíritu.

Oremos.

Dios de misericordia, que enviaste a tus mensajeros, los profetas, a predicar el arrepentimiento y preparar el camino de nuestra salvación: Danos gracia para atender sus advertencias y abandonar nuestros pecados, a fin de que recibamos gozosamente la venida de Jesucristo nuestro Redentor; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

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LA PRIMERA LECTURA

Lectura del Libro de Isaías.

De ese tronco que es Jesé, sale un retoño;
un retoño brota de sus raíces.
El espíritu del Señor estará continuamente sobre él,
y le dará sabiduría, inteligencia,
prudencia, fuerza,
conocimiento y temor del Señor.
Él no juzgará por la sola apariencia,
ni dará su sentencia fundándose en rumores.
Juzgará con justicia a los débiles
y defenderá los derechos de los pobres del país.
Sus palabras serán como una vara para castigar al violento,
y con el soplo de su boca hará morir al malvado.
Siempre irá revestido de justicia y verdad.
Entonces el lobo y el cordero vivirán en paz,
el tigre y el cabrito descansarán juntos,
el becerro y el león crecerán uno al lado del otro,
y se dejarán guiar por un niño pequeño.
La vaca y la osa serán amigas,
y sus crías descansarán juntas.
El león comerá pasto, como el buey.
El niño podrá jugar en el hoyo de la cobra,
podrá meter la mano en el nido de la víbora.
En todo mi monte santo
no habrá quien haga ningún daño,
porque así como el agua llena el mar,
así el conocimiento del Señor llenará todo el país.
En ese tiempo
el retoño de esta raíz que es Jesé
se levantará como una señal para los pueblos;
las naciones irán en su busca,
y el sitio en que esté será glorioso.

Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.

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EL SALMO
Salmo 72

Oh Dios, da tu juicio al Rey, *
y tu justicia al Hijo del Rey;

Para que rija a tu pueblo con justicia, *
y a tus pobres con juicio;

Para que los montes traigan prosperidad a tu pueblo, *
y los collados justicia.

Defenderá a los necesitados del pueblo; *
rescatará a los pobres y aplastará al opresor.

Vivirá mientras duren el sol y la luna, *
de generación en generación.

Descenderá como el agua sobre el campo segado, *
como la lluvia que empapa la tierra seca.

En aquel día florecerán los justos, *
y habrá abundancia de paz, hasta que no haya luna.

¡Bendito el Señor Dios, el Dios de Israel, *
el único que hace maravillas!

¡Bendito para siempre su Nombre glorioso! *
Toda la tierra sea llena de su gloria.
Amén y Amén

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LA SEGUNDA LECTURA

Lectura de la Carta a los Romanos.

Todo lo que antes se dijo en las Escrituras, se escribió para nuestra instrucción, para que con constancia y con el consuelo que de ellas recibimos, tengamos esperanza. Y Dios, que es quien da constancia y consuelo, los ayude a ustedes a vivir en armonía unos con otros, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que todos juntos, a una sola voz, alaben al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

Así pues, acéptense los unos a los otros, como también Cristo los aceptó a ustedes, para gloria de Dios. Puedo decirles que Cristo vino a servir a los judíos para cumplir las promesas hechas a nuestros antepasados y demostrar así que Dios es fiel a lo que promete. Vino también para que los no judíos alaben a Dios por su misericordia, según dice la Escritura:

«Por eso te alabaré entre las naciones
y cantaré himnos a tu nombre.»

En otra parte, la Escritura dice:
«¡Alégrense, naciones, con el pueblo de Dios!»

Y en otro lugar dice:
«Naciones y pueblos todos, ¡alaben al Señor!»

Isaías también escribió:
«Brotará la raíz de Jesé,
que se levantará para gobernar a las naciones,
las cuales pondrán en él su esperanza.»

Que Dios, que da esperanza, los llene de alegría y paz a ustedes que tienen fe en él, y les dé abundante esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.

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HIMNO
Preparen el Camino

(#266, Flor y Canto)

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EL EVANGELIO

El Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo.
¡Gloria a ti, Cristo Señor!

Por aquel tiempo se presentó Juan el Bautista en el desierto de Judea. En su proclamación decía: «¡Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca!

» Juan era aquel de quien Dios había dicho por medio del profeta Isaías:
«Una voz grita en el desierto:
“Preparen el camino del Señor;
ábranle un camino recto.”»

La ropa de Juan estaba hecha de pelo de camello, y se la sujetaba al cuerpo con un cinturón de cuero; su comida era langostas y miel del monte. La gente de Jerusalén y todos los de la región de Judea y de la región cercana al Jordán salían a oírle. Confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán.

Pero cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: «¡Raza de víboras! ¿Quién les ha dicho a ustedes que van a librarse del terrible castigo que se acerca? Pórtense de tal modo que se vea claramente que se han vuelto al Señor, y no presuman diciéndose a sí mismos: “Nosotros somos descendientes de Abraham”; porque les aseguro que incluso a estas piedras Dios puede convertirlas en descendientes de Abraham. El hacha ya está lista para cortar los árboles de raíz. Todo árbol que no da buen fruto, se corta y se echa al fuego. Yo, en verdad, los bautizo con agua para invitarlos a que se vuelvan a Dios; pero el que viene después de mí los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él es más poderoso que yo, que ni siquiera merezco llevarle sus sandalias. Trae su pala en la mano y limpiará el trigo y lo separará de la paja. Guardará su trigo en el granero, pero quemará la paja en un fuego que nunca se apagará.»

El Evangelio del Señor.
Te alabamos, Cristo Señor.

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El SERMÓN

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EL CREDO NICENO

Creemos en un solo Dios,
Padre todopoderoso,
Creador de cielo y tierra,
de todo lo visible e invisible.

Creemos en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza que el Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros y por nuestra salvación
bajó del cielo:
por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre.

Por nuestra causa
fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato:
padeció y fue sepultado.
Resucitó al tercer día,
según las Escrituras,
subió al cielo
y está sentado a la derecha del Padre.
De nuevo vendrá con gloria para juzgar
a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

Creemos en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.

Creemos en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Reconocemos un solo Bautismo
para el perdón de los pecados.
Esperamos la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.

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ORACIÓN DE FIELES (Fórmula VI)

Oremos por la Iglesia y por el mundo.

Omnipotente Dios,
concede que cuantos confesamos tu Nombre
estemos unidos en tu verdad,
vivamos unánimes en tu amor
y manifestemos tu gloria en el mundo.

Silencio.

Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.

Dirige al pueblo de este país
y de todas las naciones
por caminos de justicia y paz,
para que nos respetemos unos a otros
y procuremos el bien común.

Silencio.

Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.

Danos reverencia por la tierra,
que es creación tuya,
para que utilicemos debidamente sus recursos
en servicio de los demás
y para tu honra y gloria.

Silencio.

Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.

Bendice a aquéllos cuyas vidas están unidas a las nuestras,
y concede que sirvamos a Cristo en ellos
y nos amemos unos a otros, así como él nos ama.

Silencio.

Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.

Consuela y sana a todos aquéllos que sufren
en cuerpo, mente o espíritu;
en sus tribulaciones dales valor y esperanza,
y llévalos al gozo de tu salvación.

Silencio.

Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.

Encomendamos a tu misericordia a todos los difuntos,
para que tu voluntad se cumpla en ellos;
y te pedimos que nos hagas partícipes
con todos tus santos de tu reino eterno.

Silencio.

Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.

(El Pueblo puede añadir sus propias peticiones con la mismas peticiones.)

Silencio.

Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.

Porque tuya is la majestad, Padre, Hijo, y Espíritu Santo;
tuyo es el reino, y el poder, y las gloria,
ahora y por siempre.

Amén.

Confesemos nuestros pecados contra Dios y contra nuestro prójimo.

Dios de misericordia,
confesamos que hemos pecado contra ti
por pensamiento, palabra y obra,
por lo que hemos hecho
y lo que hemos dejado de hacer.

No te hemos amado con todo el corazón;
no hemos amado a nuestro prójimo
como a nosotros mismos.

Sincera y humildemente nos arrepentimos.

Por amor de tu Hijo Jesucristo,
ten piedad de nosotros y perdónanos;
así tu voluntad será nuestraalegría
y andaremos por tus caminos,
para gloria de tu Nombre. Amén.

Dios omnipotente tenga misericordia de ustedes,
perdone todos sus pecados por Jesucristo nuestro Señor,
les fortalezca en toda bondad
y, por el poder del Espíritu Santo,
les conserve en la vida eterna.

Amén.

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La paz del Señor sea siempre con ustedes.
Y con tu espíritu.

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LOS ANUNCIOS

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SANTA COMUNIÓN

Anden en amor, como también Cristo nos amó,
y seentregó a sí mismo por nosotros,
ofrenda y sacrificio a Dios.

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HIMNO
Cristo Te Necesita

(#679, Flor y Canto)

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El Señor sea con ustedes.
Y con tu espíritu.

Elevemos los corazones.
Los elevamos al Señor.

Demos gracias a Dios nuestro Señor.
Es justo darle gracias y alabanza.

En verdad es digno, justo y saludable, darte gracias, en todo tiempo y lugar, Padre omnipotente, Creador de cielo y tierra.

Porque enviaste a tu amado Hijo para redimirnos del pecado y de la muerte, y para hacernos en él herederos de la vida eterna; para que, cuando vuelva en poder y gran triunfo a juzgar al mundo, nos gocemos contemplando su manifestación, sin temor ni vergüenza.

Por tanto, te alabamos, uniendo nuestras voces con los Ángeles y Arcángeles, y con todos los coros celestiales que, proclamando la gloria de tu Nombre, por siempre cantan este himno:

Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. (2x)
Hosanna en el cielo. (2x)

Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo. (2x)

Te damos gracias, oh Dios, por la bondad y el amor que tú nos has manifestado en la creación; en el llamado a Israel para ser tu pueblo; en tu Verbo revelado a través de los profetas; y, sobre todo, en el Verbo hecho carne,  Jesús, tu Hijo. Pues en la plenitud de los tiempos le has enviado para que se encarnara de María la Virgen a fin de ser el Salvador y Redentor del mundo. En él, nos has librado del mal, y nos has hecho dignos de estar en tu presencia. En él, nos has sacado del error a la verdad, del pecado a la rectitud, y de la muerte a la vida.

En la víspera de su muerte por nosotros, nuestro Señor Jesucristo tomó pan; y dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, y dijo: "Tomen y coman. Este es mi Cuerpo, entregado por ustedes. Hagan esto como memorial mío".

Después de la cena tomó el cáliz; y dándote gracias, se lo entregó, y dijo: "Beban todos de él. Esta es mi Sangre del nuevo Pacto, sangre derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados. Siempre que lo beban, háganlo como memorial mío".

Por tanto, oh Padre, según su mandato,

Recordamos su muerte,
Proclamamos su resurrección,
Esperamos su venida en gloria;

Y te ofrecemos nuestro sacrificio de alabanza y acción de gracias, Señor de todos; ofreciéndote, de tu creación, este pan y este vino.

Te suplicamos, Dios bondadoso, que envíes tu Espíritu Santo sobre estos dones, para que sean el Sacramento del Cuerpo de Cristo y su Sangre del nuevo Pacto. Unenos a tu Hijo en su sacrificio, a fin de que, por medio de él, seamos aceptables, siendo santificados por el Espíritu Santo. En la plenitud de los tiempos, sujeta todas las cosas a tu Cristo y llévanos a la patria celestial donde, con todos tus santos, entremos en la herencia eterna de tus hijos; por Jesucristo nuestro Señor, el primogénito de toda la creación, la cabeza de la Iglesia, y el autor de nuestra salvación.

Por él, y con él y en él, en la unidad del Espíritu Santo, tuyos son el honor y la gloria, Padre omnipotente, ahora y por siempre.

Amén.

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Oremos como nuestro Salvador Cristo nos enseñó:

Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga tu reino,hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.

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Cristo, nuestra Pascua, se ha sacrificado por nosotros.
¡Celebremos la fiesta!

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(La oración del gente que no puedan estar hoy en la iglesia.)

Jesús mío,
creo que eres verdaderamente presente
en el Sagrado Sacramento del Altar.

Te amo encima de todas las cosas,
y te anhelo en mi alma.

Como ahora no te puedo recibir sacramentalmente,
entra al menos espiritualmente en mi corazón.

Como si ya hubieras venido,
te abrazo y me uno completamente a ti;
nunca permitas que me separe de ti. Amén.

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Cordero de Dios, Cordero de Dios
que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios, Cordero de Dios
que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.

Cordero de Dios, Cordero de Dios
que quitas el pecado del mundo,
danos tu paz.

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Los Dones de Dios para el Pueblo de Dios.
Tómenlos en memoria de que Cristo murió por ustedes,
y aliméntense de él en sus corazones,
por fe y con agradecimiento.

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HIMNO
Oh ven, Oh ven, Emmanuel

(#259, Flor y Canto; vs. 1, 5-7)

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Oremos.

Eterno Dios, Padre celestial,
en tu bondad nos has aceptado
como miembros vivos de tu Hijo,
nuestro Salvador Jesucristo;
nos has nutrido con alimento espiritual
en el Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre.
Envíanos ahora en paz al mundo;
revístenos de fuerza y de valor para amarte
y servirte con alegría y sencillez de corazón;
por Cristo nuestro Señor. Amén.

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LA BENDICIÓN DE ADVIENTO

Que Dios todopoderoso,
por cuya providencia nuestro Salvador Cristo
vino a nosotros en gran humildad,
les santifique con la luz de su bendición
y les libre de todo pecado.
Amén.

 Que aquél cuya seguna venida
en poder y gran gloria aguardamos,
les haga firmes en la fe,
gozosos en la esperanza,
y contantes en el amor.
Amén.

Que ustedes, los que se regocijan
en el primer Adviento de nuestro Redentor,
en el segundo sean recompensados
con la vida eterna.
Amén.

 Y la bendición de Dios omnipotente,
el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo,
sea con ustedes
y more con ustedes eternamente.
Amén.

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DESPEDIDA

Vayan en paz para amar y servir al Señor
Demos gracias a Dios.

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El servicio termina en silencio.

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