DOMINGO DE PASCUA
Domingo, 09 abril 2023 a las 12:00

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Servicio y Lecturas

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HIMNO
El Señor Resucitó
(#368; Flor y Canto)

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¡Aleluya! Cristo ha resucitado.
¡Es verdad! El Señor ha resucitado. ¡Aleluya!

Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu;
Hay una esperanza en el llamado que Dios nos hace;

Un solo Señor, una sola Fe, un solo Bautismo;
Un solo Dios y Padre de todos.

El Señor sea con ustedes.
Y con tu espíritu.

Oremos.

Dios todopoderoso, que por nuestra redención entregaste a tu unigénito Hijo a muerte de cruz, y por su resurrección gloriosa nos libraste del poder de nuestro enemigo: Concédenos morir diariamente al pecado, de tal manera que, en el gozo de su resurrección, vivamos siempre con Jesucristo tu Hijo nuestro Señor; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

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LA PRIMERA LECTURA

Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles.

Pedro entonces comenzó a hablar, y dijo:

«Ahora entiendo que de veras Dios no hace diferencia entre una persona y otra, sino que en cualquier nación acepta a los que lo reverencian y hacen lo bueno.

Dios habló a los descendientes de Israel, anunciando el mensaje de paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos.

Ustedes bien saben lo que pasó en toda la tierra de los judíos, comenzando en Galilea, después que Juan proclamó que era necesario bautizarse. Saben que Dios llenó de poder y del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y que Jesús anduvo haciendo bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo. Esto pudo hacerlo porque Dios estaba con él, y nosotros somos testigos de todo lo que hizo Jesús en la región de Judea y en Jerusalén. Después lo mataron, colgándolo en una cruz. Pero Dios lo resucitó al tercer día, e hizo que se nos apareciera a nosotros. No se apareció a todo el pueblo, sino a nosotros, a quienes Dios había escogido de antemano como testigos. Nosotros comimos y bebimos con él después que resucitó. Y él nos envió a anunciarle al pueblo que Dios lo ha puesto como Juez de los vivos y de los muertos.

Todos los profetas habían hablado ya de Jesús, y habían dicho que quienes creen en él reciben por medio de él el perdón de los pecados.»

Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.

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EL SALMO
Salmo 118

Den gracias al Señor, porque él es bueno; *
para siempre es su misericordia.

Diga ahora Israel: *
“Para siempre es su misericordia”.

Mi fuerza y mi refugio es el Señor, *
y él me ha sido por salvación.

Hay voz de júbilo y victoria *
en las tiendas de los justos:

“¡La diestra del Señor ha triunfado! *
¡La diestra del Señor es excelsa!
¡La diestra del Señor ha triunfado!”

No he de morir, sino que viviré. *
y contaré las hazañas del Señor.

Me castigó gravemente el Señor, *
mas no me entregó a la muerte.

Abranme las puertas de justicia; *
entraré por ellas, y daré gracias al Señor.

“Esta es la puerta del Señor; *
por ella entrarán los justos”.

Daré gracias porque me respondiste, *
y me has sido de salvación.

La misma piedra que desecharon los edificadores, *
ha venido a ser la cabeza del ángulo.

Esto es lo que ha hecho el Señor, *
y es maravilloso a nuestros ojos.

Este es el día en que actuó el Señor; *
regocijémonos y alegrémonos en él.

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LA SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta de San Pablo a los Colosenses.

Por lo tanto, ya que ustedes han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Pues ustedes murieron, y Dios les tiene reservado el vivir con Cristo. Cristo mismo es la vida de ustedes. Cuando él aparezca, ustedes también aparecerán con él llenos de gloria.

Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.

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HIMNO
Aleluya, el Señor Resucitó
(#363; Flor y Canto)

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EL EVANGELIO

El Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo.
¡Gloria a ti, Cristo Señor!

Pasado el sábado, cuando al anochecer comenzaba el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto hubo un fuerte temblor de tierra, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra que lo tapaba y se sentó sobre ella. El ángel brillaba como un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve. Al verlo, los soldados temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel dijo a las mujeres: —No tengan miedo. Yo sé que están buscando a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, sino que ha resucitado, como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. Vayan pronto y digan a los discípulos: “Ha resucitado, y va a Galilea para reunirlos de nuevo; allí lo verán.” Esto es lo que yo tenía que decirles.

Las mujeres se fueron rápidamente del sepulcro, con miedo y mucha alegría a la vez, y corrieron a llevar la noticia a los discípulos. En eso, Jesús se presentó ante ellas y las saludó. Ellas se acercaron a Jesús y lo adoraron, abrazándole los pies, y él les dijo: —No tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y que allá me verán.

El Evangelio del Señor.
Te alabamos, Cristo Señor.

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El SERMÓN

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SANTO BAUTISMO

Que los Candidatos al Santo Bautismo sean presentados ahora.

Presento a N. para que reciba el Sacramento del Bautismo./¿Quieres ser bautizado?
Sí, quiero./Presento a N. para que reciba el Sacramento del Bautismo.

¿Serás responsable de cuidar que este niño que ahora presentas crezca en la fe y vida cristiana?
Así lo haré, con el auxilio de Dios.

¿Ayudarás a este niño, por medio de tus oraciones y testimonio, a crecer hasta alcanzar la madurez de la plenitud de Cristo?
Así lo haré, con el auxilio de Dios.

¿Renuncias a Satanás y a todas las fuerzas espirituales del mal que se rebelan contra Dios?
Las renuncio.

¿Renuncias a los poderes malignos de este mundo que corrompen y destruyen a las criaturas de Dios?
Los renuncio.

¿Renuncias a todos los deseos pecaminosos que te apartan del amor de Dios?
Los renuncio.

¿Te entregas a Jesucristo y le aceptas como tu Salvador?
Sí, me entrego y le acepto.

¿Confías enteramente en su gracia y amor?
Sí, confío.

¿Prometes seguirle y obedecerle como tu Señor?
Sí, lo prometo.

Ustedes, testigos de estos votos, ¿harán todo cuanto puedan para sostener a estas personas en su vida en Cristo ?
Así lo haremos.

Unámonos a estas personas que ahora se entregan a Cristo, y renovemos también nuestro propio pacto bautismal.

¿Crees en Dios Padre?
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.

¿Crees en Jesucristo, el Hijo de Dios?
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de la Virgen María. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

¿Crees en Dios el Espíritu Santo ?
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos, y la vida eterna.

¿Continuarás en la enseñanza y comunión de los apóstoles, en la fracción del pan y en las oraciones?
Así lo haré, con el auxilio de Dios.

¿Perseverarás en resistir al mal, y cuando caigas en pecado, te arrepentirás y te volverás al Señor?
Así lo haré, con el auxilio de Dios.

¿Proclamarás por medio de la palabra y el ejemplo las Buenas Nuevas de Dios en Cristo?
Así lo haré, con el auxilio de Dios.

¿Buscarás y servirás a Cristo en todas las personas, amando a tu prójimo como a ti mismo?
Así lo haré, con el auxilio de Dios.

¿Lucharás por la justicia y la paz entre todos los pueblos, y respetarás la dignidad de todoser humano?
Así lo haré, con el auxilio de Dios.

Oremos ahora por estas personas que van a recibir el Sacramento del nuevo nacimiento.

Líbrales, oh Señor, del camino del pecado y de la muerte.
Señor, atiende nuestra súplica.

Abre sus corazones a tu gracia y verdad.
Señor, atiende nuestra súplica.

Llévales con tu santo Espíritu vivificador.
Señor, atiende nuestra súplica.

Consérvales en la fe y comunión de tu santa Iglesia.
Señor, atiende nuestra súplica.

Enséñales a amar a los demás en el poder del Espíritu.
Señor, atiende nuestra súplica.

Envíales al mundo como testigos de tu amor.
Señor, atiende nuestra súplica.

Llévales a la plenitud de tu paz y de tu gloria.
Señor, atiende nuestra súplica.

Concede, oh Señor, que todos los que son bautizados en la muerte de Jesucristo tu Hijo, vivan en el poder de su resurrección y esperen su venida en gloria; quien vive y reina, ahora y por siempre. Amén.

El Señor sea con ustedes.
Y con tu espíritu.

Demos gracias a Dios nuestro Señor.
Es justo darle gracias y alabanza.

Te damos gracias, Padre todopoderoso, por el don del agua. Sobre ella, el Espíritu Santo se movía en el principio de la creación. A través de ella, sacaste a los hijos de Israel de la esclavitud en Egipto a la tierra prometida. En ella, tu Hijo Jesús recibió el bautismo de Juan y fue ungido por el Espíritu Santo como el Mesías, el Cristo, que habría de sacarnos, por su muerte y resurrección, de la esclavitud del pecado a la vida eterna.

Te damos gracias, Padre, por el agua del Bautismo. En ella, somos sepultados con Cristo en su muerte. Por ella, participamos de su resurrección. Mediante ella, nacemos de nuevo por el Espíritu Santo. Por tanto, en gozosa obediencia a tu Hijo, traemos a su comunión a los que, por fe, se acercan a él, bautizándolos en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

Ahora, santifica esta agua, te suplicamos, por el poder de tu Espíritu Santo, para que cuantos aquí son lavados del pecado, y nacidos de nuevo, permanezcan para siempre en la vida resucitada de Jesucristo nuestro Salvador. A él, a ti y al Espíritu Santo, sea todo honor y gloria, ahora y por siempre. Amén.

N., yo te bautizo en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

N., quedas sellado por el Espíritu Santo en el Bautismo y marcado como propiedad de Cristo para siempre. Amén.

Oremos.

Padre celestial, te damos gracias porque por medio del agua y del Espíritu Santo has concedido a estos tus siervos el perdón de los pecados y les has levantado a la nueva vida de gracia. Susténtales, oh Señor, en tu Santo Espíritu. Dales un corazón para escudriñar y discernir, valor para decidir y perseverar, espíritu para conocerte y amarte, y el don del gozo y admiración ante todas tus obras. Amén.

Démosles la bienvenida a los que ahora han sido bautizados.

Nosotros te recibimos en la familia de Dios. Confiesa la fe de Cristo crucificado, proclama su resurrección y participa con nosotros en su sacerdocio eterno.

La paz del Señor sea siempre con ustedes.
Y con tu espíritu.

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LOS ANUNCIOS

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SANTA COMUNIÓN

Anden en amor, como también Cristo nos amó,
y se entregó a sí mismo por nosotros,
ofrenda y sacrificio a Dios. (Efesios 5:2)

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HIMNO
Ofertorio Nicaragüense

(#563; Flor y Canto)

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El Señor sea con ustedes.
Y con tu espíritu.

Elevemos los corazones.
Los elevamos al Señor.

Demos gracias a Dios nuestro Señor.
Es justo darle gracias y alabanza.

En verdad es digno, justo y saludable, darte gracias, en todo tiempo y lugar, Padre omnipotente, Creador de cielo y tierra.

Pero principalmente tenemos que alabarte por la gloriosa resurrección de tu Hijo nuestro Señor Jesucristo; pues él es el verdadero Cordero Pascual, quien fue sacrificado por nosotros, y ha quitado los pecados del mundo. Por su muerte ha destruido la muerte, y por su resurrección a la vida, ha conquistado para nosotros la vida eterna.

Por tanto, te alabamos, uniendo nuestras voces con los Ángeles y Arcángeles, y con todos los coros celestiales que, proclamando la gloria de tu Nombre, por siempre cantan este himno:

Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.

Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

Padre santo y bondadoso: En tu amor infinito nos hiciste para ti, y cuando caímos en pecado y quedamos esclavos del mal y de la muerte, tú, en tu misericordia, enviaste a Jesucristo, tu Hijo único y eterno, para compartir nuestra naturaleza humana, para vivir y morir como uno de nosotros, y así reconciliarnos contigo, el Dios y Padre de todos.

Extendió sus brazos sobre la cruz y se ofreció en obediencia a tu voluntad, un sacrificio perfecto por todo el mundo.

En la noche en que fue entregado al sufrimiento y a la muerte, nuestro Señor Jesucristo tomó pan; y dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, y dijo: "Tomen y coman. Este es mi Cuerpo, entregado por ustedes. Hagan esto como memorial mío".

Después de la cena tomó el cáliz; y dándote gracias, se lo entregó, y dijo: "Beban todos de él. Esta es mi Sangre del nuevo Pacto, sangre derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados. Siempre que lo beban, háganlo como memorial mío".

Por tanto, proclamamos el misterio de fe:

Cristo ha muerto.
Cristo ha resucitado.
Cristo volverá.

Padre, en este sacrificio de alabanza y acción de gracias, celebramos el memorial de nuestra redención. Recordando su muerte, resurrección y ascención, te ofrecemos estos dones.

Santifícalos con tu Espíritu Santo, y así serán para tu pueblo el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, la santa comida y la santa bebida de la vida nueva en él que no tiene fin. Santifícanos también, para que recibamos fielmente este Santo Sacramento y seamos perseverantes en tu servicio en paz y unidad. Y en el día postrero, llévanos con todos tus santos al gozo de tu reino eterno.

Todo esto te pedimos por tu Hijo Jesucristo. Por él, y con él y en él, en la unidad del Espíritu Santo, tuyos son el honor y la gloria, Padre omnipotente, ahora y por siempre. Amén.

Oremos como nuestro Salvador Cristo nos enseñó.

Padre nuestro tú que estás en los que aman la verdad,
has que el reino que por Ti se dio llegue pronto a nuestro corazón,
que el amor, que tu hijo, nos dejó, ese amor... reine ya en nosotros.

Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga tu reino,hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo. 
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.

Y en el pan de la unidad,
Cristo danos Tú la paz y olvídate de nuestro mal,
si olvidamos el de los demás,
no permitas, que caigamos en tentación...
oh Señor... y ten piedad... del mundo.

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¡Aleluya! Cristo, nuestra Pascua, se ha sacrificado por nosotros.
¡Celebremos la fiesta! ¡Aleluya!

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Jesús mío,
creo que eres verdaderamente presente
en el Sagrado Sacramento del Altar.
Te amo encima de todas las cosas,
y te anhelo en mi alma.
Como ahora no te puedo recibir sacramentalmente,
entra al menos espiritualmente en mi corazón.
Como si ya hubieras venido,
te abrazo y me uno completamente a ti;
nunca permitas que me separe de ti. Amén.
(St. Alphonsus de Liguori, 1696-1787)

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Cordero de Dios (2x),
que quitas el pecado del mundo,
ten piedad (2x), ten piedad (2x), ten piedad (2x),
ten piedad de nosotros. (2x)

Cordero de Dios (2x),
que quitas el pecado del mundo,
danos (2x), danos (2x), danos (2x) La paz.

Los Dones de Dios para el Pueblo de Dios.
Tómenlos en memoria de que Cristo murió por ustedes,
y aliméntense de él en sus corazones,
por fe y con agradecimiento.

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HIMNO
La Fiesta del Señor
(#370; Flor y Canto)

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Oremos.

Eterno Dios, Padre celestial,
en tu bondad nos has aceptado
como miembros vivos de tu Hijo,
nuestro Salvador Jesucristo;
nos has nutrido con alimento espiritual
en el Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre.
Envíanos ahora en paz al mundo;
revístenos de fuerza y de valor para amarte
y servirte con alegría y sencillez de corazón;
por Cristo nuestro Señor. Amén.

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LA BENDICIÓN

Que Dios Todopoderoso,
que nos redimió y nos hizo sus hijos
mediante la resurrección de su Hijo nuestro Señor,
les conceda las riquezas de su bendición. Amén.

Que Dios, que por el agua del bautismo
nos ha levantado del pecado a una vida nueva,
te haga santo y digno de estar unido a Cristo para siempre. Amén.

Que Dios, que nos ha sacado de la esclavitud del pecado
a la libertad verdadera y duradera en el Redentor,
te lleve a tu herencia eterna. Amén.

Y la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo
sea con ustedes y permanezca con ustedes para siempre. Amén.

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HIMNO
Himno de la Alegría
(#633; Flor y Canto)

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Salgamos en nombre de Cristo.  ¡Aleluya! ¡Aleluya!
Demos gracias a Dios.  ¡Aleluya!  ¡Aleluya !

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