QUINTO DOMINGO DE PASCUA
Domingo, 15 de mayo de 2022 a las 12:00

♦♦♦

HIMNO

Vienen Con Alegria Señor
(#545 Flor y Canto)

•••

¡Aleluya! Cristo ha resucitado.
¡Es verdad! El Señor ha resucitado. ¡Aleluya!

Dios omnipotente, para quien todos los corazones están manifiestos, todos los deseos son conocidos y ningún secreto se halla encubierto: Purifica los pensamientos de nuestros corazones por la inspiración de tu Santo Espíritu, para que perfectamente te amemos y dignamente proclamemos la grandeza de tu santo Nombre; por Cristo nuestro Señor. Amén. Amén.

•••

CRISTO LIBERTADOR

 Cristo nos da la libertad,
Cristo nos da la salvación,
Cristo nos da la esperanza,
Cristo nos da el amor.

Cuando luche por la paz y la verdad, la encontraré
Cuando cargue con la cruz de los demá, me salvaré.
Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi oración.

 Cristo nos da la libertad,
Cristo nos da la salvación,
Cristo nos da la esperanza,
Cristo nos da el amor.

Cuado sepa perdonar de corazón, tendré perdón.
Cuando siga los caminos del amor, veré al Señor.
Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi oración.

 Cristo nos da la libertad,
Cristo nos da la salvación,
Cristo nos da la esperanza,
Cristo nos da el amor.

Cuando simbre la alegría y la amistad, vendrá el Amor.
Cuando viva en comunió con los demás, seré de Dios.
Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi oración.

 Cristo nos da la libertad,
Cristo nos da la salvación,
Cristo nos da la esperanza,
Cristo nos da el amor.

•••

El Señor sea con ustedes.
Y con tu espíritu.

Oremos.

Dios todopoderoso, conocerte verdaderamente es vida eterna: Concede que conozcamos tan perfectamente que tu Hijo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida, que sigamos sus pasos con perseverancia en el camino que conduce a la vida eterna; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

•••

LA PRIMERA LECTURA

Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles.

Los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea recibieron noticias de que también los no judíos habían aceptado el mensaje de Dios. Pero cuando Pedro volvió a Jerusalén, lo criticaron algunos de los creyentes procedentes del judaísmo.

Le preguntaron: —¿Por qué fuiste a visitar a los que no son judíos, y comiste con ellos?

Pedro les contó desde el principio todo lo que había pasado.

Les dijo: —Yo estaba en la ciudad de Jope, y mientras oraba tuve una visión: Vi algo parecido a una gran sábana que, atada por las cuatro puntas, bajaba del cielo hasta donde yo estaba. Me fijé bien para ver lo que había dentro, y vi cuadrúpedos y fieras, reptiles y aves.

Y oí una voz, que me dijo: “Levántate, Pedro; mata y come.”

Yo contesté: “No, Señor, porque nunca ha entrado en mi boca nada profano ni impuro.”

Entonces la voz del cielo me habló de nuevo, diciéndome: “Lo que Dios ha purificado, no lo llames tú profano.”

Esto sucedió tres veces, y luego todo volvió a subir al cielo.

En aquel momento, tres hombres enviados desde Cesarea a buscarme llegaron a la casa donde estábamos. El Espíritu me mandó que, sin dudarlo, fuera con ellos. Y también fueron conmigo estos seis hermanos. Todos entramos en casa de cierto hombre, que nos contó cómo en su casa había visto a un ángel, que puesto de pie le había dicho: “Manda a alguien a la ciudad de Jope para que haga venir a Simón, que también es conocido como Pedro; él te dirá cómo puedes salvarte, tú y toda tu familia.”

Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo vino sobre ellos de igual manera que al principio vino sobre nosotros.

Entonces me acordé de lo que había dicho el Señor: “Es cierto que Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.”

Pues bien, si Dios les da también a ellos lo mismo que nos ha dado a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para oponerme a Dios?

Cuando los hermanos de Jerusalén oyeron estas cosas, se callaron y alabaron a Dios, diciendo: —¡De manera que también a los que no son judíos les ha dado Dios la oportunidad de volverse a él y alcanzar la vida eterna!

Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.

•••

EL SALMO
Salmo 148

¡Aleluya! Alaben al Señor desde los cielos; *
alábenle en las alturas.

Alábenle, todos sus ángeles; *
alábenle, toda su hueste.

Alábenle, sol y luna; *
alábenle, todas las estrellas lucientes.

Alábenle, cielos de los cielos; *
alábenle, aguas que están sobre los cielos.

Alaben el Nombre del Señor, *
porque él mandó, y fueron creados.

Los afirmó eternamente y para siempre; *
les dio una ley que no pasará.

Alaben al Señor desde la tierra,*
monstruos marinos y todos los abismos;

Fuego y granizo, nieve y bruma, *
viento tempestuoso que ejecuta su voluntad;

Montes y todas las colinas, *
árboles frutales y todos los cedros;

Bestias silvestres y todo ganado, *
reptiles y aves aladas;

Reyes de la tierra y todos los pueblos, *
príncipes y jefes del mundo;

Mozos y doncellas, *
viejos y jóvenes juntos.

Alaben el Nombre del Señor, *
porque sólo su Nombre es excelso,
su gloria sobre la tierra y los cielos.

Ha alzado el cuerno de su pueblo,
y alabanza para todos sus fieles, *
los hijos de Israel, el pueblo cercano a él. ¡Aleluya!

•••

LA SEGUNDA LECTURA

Lectura del libro de la Revelación a San Juan.

Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, y también el mar.

Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios. Estaba arreglada como una novia vestida para su prometido. Y oí una fuerte voz que venía del trono, y que decía: «Aquí está el lugar donde Dios vive con los hombres. Vivirá con ellos, y ellos serán sus pueblos, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Secará todas las lágrimas de ellos, y ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor; porque todo lo que antes existía ha dejado de existir.»

El que estaba sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas.» Y también dijo: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.»

Después me dijo: «Ya está hecho. Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin. Al que tenga sed le daré a beber del manantial del agua de la vida, sin que le cueste nada.»

Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.

•••

HIMNO

El Señor Resucitó
(#363 Flor y Canto)

•••

EL EVANGELIO

El Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan.
¡Gloria a ti, Cristo Señor!

Después que Judas hubo salido, Jesús dijo: —Ahora se muestra la gloria del Hijo del hombre, y la gloria de Dios se muestra en él. Y si el Hijo del hombre muestra la gloria de Dios, también Dios mostrará la gloria de él; y lo hará pronto. Hijitos míos, ya no estaré con ustedes mucho tiempo. Ustedes me buscarán, pero lo mismo que les dije a los judíos les digo ahora a ustedes: No podrán ir a donde yo voy. Les doy este mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes los unos a los otros. Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son discípulos míos.

El Evangelio del Señor.
Te alabamos, Cristo Señor.

•••

El SERMÓN

•••

EL CREDO NICENO

Creemos en un solo Dios,
Padre todopoderoso,
Creador de cielo y tierra,
de todo lo visible e invisible.

Creemos en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos: 
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza que el Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros y por nuestra salvación
bajó del cielo:
por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre.

Por nuestra causa
fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato:
padeció y fue sepultado.
Resucitó al tercer día,
según las Escrituras,
subió al cielo
y está sentado a la derecha del Padre.
De nuevo vendrá con gloria para juzgar
a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

Creemos en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.

Creemos en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Reconocemos un solo Bautismo
para el perdón de los pecados.
Esperamos la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.

•••

ORACIÓN DE FIELES

Padre, te suplicamos por tu santa Iglesia Católica.
Que todos seamos uno.

Concede que todos los miembros de la Iglesia te sirvan en verdad y humildad.
Que tu Nombre sea glorificado por todo el género humano.

Te pedimos por todos los obispos, presbíteros y diáconos.
Que sean fieles ministros de tu Palabra y Sacramentos.

Te pedimos por cuantos gobiernan
y ejercen autoridad en todas las naciones del mundo.
Que haya justicia y paz en la tierra.

Danos gracia para hacer tu voluntad en todo cuanto emprendamos.
Que nuestras obras sean agradables a tus ojos.

Ten compasión de los que sufren de dolor o angustia.
Que sean librados de sus aflicciones.

Otorga descanso eterno a los difuntos.
Que sobre ellos resplandezca la luz perpetua.

Te alabamos por tus santos que han entrado en el gozo del Señor.
Que también nosotros tengamos parte en tu reino celestial.

Oremos por nuestras necesidades y las necesidades de los demás.

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy": No mires nuestros pecados sino la fe de tu Iglesia; y concédenos la paz y la unidad de esa Ciudad celestial; donde con el Padre y el Espíritu Santo tú vives y reinas ahora y por siempre. Amén.

La paz del Señor sea siempre con ustedes.
Y con tu espíritu.

•••

LOS ANUNCIOS

•••

SANTA COMUNIÓN

Anden en amor, como también Cristo nos amó,
y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios.

•••

HIMNO

Oferatorio Nicaragüense
(#563 Flor y Canto)

•••

LA GRAN PLEGARIA EUCARÍSTICA

El Señor sea con ustedes.
Y con tu espíritu.

Elevemos los corazones.
Los elevamos al Señor.

Demos gracias a Dios nuestro Señor.
Es justo darle gracias y alabanza.

En verdad es digno, justo y saludable, darte gracias, en todo tiempo y lugar, Padre omnipotente, Creador de cielo y tierra.

Pero principalmente tenemos que alabarte por la gloriosa resurrección de tu Hijo nuestro Señor Jesucristo; pues él es el verdadero Cordero Pascual, quien fue sacrificado por nosotros, y ha quitado los pecados del mundo. Por su muerte ha destruido la muerte, y por su resurrección a la vida, ha conquistado para nosotros la vida eterna.

Por tanto, te alabamos, uniendo nuestras voces con los Ángeles y Arcángeles, y con todos los coros celestiales que, proclamando la gloria de tu Nombre, por siempre cantan este himno:

Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

Padre Santo y bondadoso: En tu amor infinito nos hiciste para ti, y cuando caímos en pecado y quedamos esclavos del mal y de la muerte, tú, en tu misericordia, enviaste a Jesucristo, tu Hijo único y eterno, para compartir nuestra naturaleza humana, para vivir y morir como uno de nosotros, y así reconciliarnos contigo, el Dios y Padre de todos. Extendió sus brazos sobre la cruz y se ofreció en obediencia a tu voluntad, un sacrificio perfecto por todo el mundo.

En la noche en que fue entregado al sufrimiento y a la muerte, nuestro Señor Jesucristo tomó pan; y dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, y dijo: "Tomen y coman. Este es mi Cuerpo, entregado por ustedes. Hagan esto como memorial mío".

Después de la cena tomó el cáliz; y dándote gracias, se lo entregó, y dijo: "Beban todos de él. Esta es mi Sangre del nuevo Pacto, sangre derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados. Siempre que lo beban, háganlo como memorial mío".

Por tanto, proclamamos el misterio de fe:

Cristo ha muerto.  Cristo ha resucitado.  Cristo volverá.

Padre, en este sacrificio de alabanza y acción de gracias, celebramos el memorial de nuestra redención. Recordando su muerte, resurrección y ascención, te ofrecemos estos dones.

Santifícalos con tu Espíritu Santo, y así serán para tu pueblo el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, la santa comida y la santa bebida de la vida nueva en él que no tiene fin.  Santifícanos también, para que recibamos fielmente este Santo Sacramento y seamos perseverantes en tu servicio en paz y unidad. Y en el día postrero, llévanos con todos tus santos al gozo de tu reino eterno. Todo esto te pedimos por tu Hijo Jesucristo. Por él, y con él y en él, en la unidad del Espíritu Santo, tuyos son el honor y la gloria, Padre omnipotente, ahora y por siempre. Amén.

Oremos como nuestro Salvador Cristo nos enseñó.

Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre, venga tu reino,
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal. 
Porque tuyo es el reino, tuyo es el poder,
y tuya es la gloria, ahora y por siempre. Amén.

FRACCIÓN DEL PAN

¡Aleluya! Cristo, nuestra Pascua, se ha sacrificado por nosotros.
¡Celebremos la fiesta! ¡Aleluya!

Jesús mío, creo que eres verdaderamente presente
en el Sagrado Sacramento del Altar.
Te amo encima de todas las cosas,
y te anhelo en mi alma.
Como ahora no te puedo recibir sacramentalmente,
entra al menos espiritualmente en mi corazón.
Como si ya hubieras venido, te abrazo y me uno completamente a ti;
nunca permitas que me separe de ti. Amén
(St. Alphonsus de Liguori, 1696-1787)

Cordero de Dios (2x), que quitas el pecado del mundo,
ten piedad (2x), ten piedad (2x), ten piedad (2x),
ten piedad de nosotros. (2x) 

Cordero de Dios (2x), que quitas el pecado del mundo,
danos (2x), danos (2x), danos (2x) La paz.

Los Dones de Dios para el Pueblo de Dios. 
Tómenlos en memoria de que Cristo murió por ustedes,
y aliméntense de él en sus corazones, por fe y con agradecimiento.

•••

HIMNO

El Señor Resucitó
(#368 Flor y Canto)

•••

Oremos.

Eterno Dios, Padre celestial,
en tu bondad nos has aceptado
como miembros vivos de tu Hijo,
nuestro Salvador Jesucristo;
nos has nutrido con alimento espiritual
en el Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre.
Envíanos ahora en paz al mundo;
revístenos de fuerza y de valor para amarte
y servirte con alegría y sencillez de corazón;
por Cristo nuestro Señor. Amén.

•••

LA BENDICIÓN

Que el Dios Todopoderoso,
que nos redimió y nos hizo sus hijos
mediante la resurrección de su Hijo nuestro Señor,
les conceda las riquezas de su bendición.
Amén.

Que Dios, que por el agua del bautismo
nos ha levantado del pecado a una vida nueva,
te haga santo y digno de estar unido a Cristo para siempre.
Amén.

Que Dios, que nos ha sacado de la esclavitud del pecado
a la libertad verdadera y duradera en el Redentor,
te lleve a tu herencia eterna.
Amén.

Y la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo
sea con ustedes y permanezca con ustedes para siempre.
Amén.

•••

HIMNO

Alabare
(#618 Flor y Canto)

•••

¡Aleluya! ¡Aleluya! Vayan en paz para amar y servir al Señor.
Demos gracias a Dios. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

•••