PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
27 de Noviembre de 2022, a las 12:00PM
Servicio y Lecturas
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El servicio empieza en silencio.
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Bendito sea Dios Padre, Hijo y Espiritu Santo.
Y bendito sea su reino, ahora y por siempre. Amen.
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Dios omnipotente,
para quien todos los corazones están manifiestos,
todos los deseos son conocidos
y ningún secreto se halla encubierto:
Purifica los pensamientos de nuestros corazones
por la inspiración de tu Santo Espíritu,
para que perfectamente te amemos
y dignamente proclamemos la grandeza de tu santo Nombre;
por Cristo nuestro Señor. Amén.
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Jesucristo, Palabra del Padre, luz eterna de todo creyente;
Ven y escucha la súplica ardiente,
Ven, Señor, porque ya se hace tarde. (2x)
Cuando el mundo dormía en tinieblas,
En tu amor tú quisiste ayudarlo
Y trajiste, viniendo a la tierra, esa vida que puede salvarlo. (2x)
Ya madura la historia en promesas, sólo anhela tu pronto regreso;
Si el silencio madura la espera,
El amor no soporta el silencio. (2x)
Con María la Iglesia te aguarda
con anhelos de esposa y de madre
Y reúne a sus hijos en vela, para juntos poder esperarte. (2x)
Cuando vengas, Señor, en tu gloria, que podamos salir a tu encuentro
Y a tu lado vivamos por siempre,
Dando gracias al Padre en el reino. (2x)
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El Señor sea con ustedes.
Y con tu espíritu.
Oremos.
Dios todopoderoso, danos gracia para despojarnos de las obras de las tinieblas y revestirnos con las armas de la luz, ahora en esta vida mortal, en la cual Jesucristo tu Hijo, con gran humildad, vino a visitarnos; a fin de que, en el día postrero, cuando vuelva con majestad gloriosa a juzgar a vivos y muertos, resucitemos a la vida inmortal; mediante él, quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
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LA PRIMERA LECTURA
Lectura del Libro de Isaías.
Éstas son las profecías que Isaías, hijo de Amós, recibió por revelación acerca de Judá y Jerusalén:
En los últimos tiempos quedará afirmado
el monte donde se halla el templo del Señor.
Será el monte más alto,
más alto que cualquier otro monte.
Todas las naciones vendrán a él;
pueblos numerosos llegarán, diciendo:
«Vengan, subamos al monte del Señor,
al templo del Dios de Jacob,
para que él nos enseñe sus caminos
y podamos andar por sus senderos.»
Porque de Sión saldrá la enseñanza del Señor,
de Jerusalén vendrá su palabra.
El Señor juzgará entre las naciones
y decidirá los pleitos de pueblos numerosos.
Ellos convertirán sus espadas en arados
y sus lanzas en hoces.
Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro
ni a recibir instrucción para la guerra.
¡Vamos, pueblo de Jacob,
caminemos a la luz del Señor!
Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.
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EL SALMO
Salmo 122
Me alegré cuando me dijeron: *
“Vamos a la casa del Señor”.
Ya están pisando nuestros pies *
tus umbrales, oh Jerusalén.
Jerusalén está edificada *
como ciudad bien unida entre sí.
Allá suben las tribus, las tribus del Señor,
la asamblea de Israel, *
para alabar el Nombre del Señor;
Porque allá están los tronos del juicio, *
los tronos de la casa de David.
Oren por la paz de Jerusalén: *
“Que prosperen los que te aman.
Haya paz dentro de tus muros, *
sosiego dentro de tus ciudadelas.
Por amor de mis hermanos y mis compañeros, *
digo de corazón: ‘La paz contigo’.
Por amor de la casa del Señor nuestro Dios, *
buscaré hacerte el bien”.
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LA SEGUNDA LECTURA
Lectura de la Carta a los Romanos.
En todo esto tengan en cuenta el tiempo en que vivimos, y sepan que ya es hora de despertarnos del sueño. Porque nuestra salvación está más cerca ahora que al principio, cuando creímos en el mensaje. La noche está muy avanzada, y se acerca el día; por eso dejemos de hacer las cosas propias de la oscuridad y revistámonos de luz, como un soldado se reviste de su armadura. Actuemos con decencia, como en pleno día. No andemos en banquetes y borracheras, ni en inmoralidades y vicios, ni en discordias y envidias. Al contrario, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no busquen satisfacer los malos deseos de la naturaleza humana.
Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.
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HIMNO
Un Mandamiento Nuevo
(#545, Flor y Canto)
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EL EVANGELIO
El Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo.
¡Gloria a ti, Cristo Señor!
Jesús dijo a sus discípulos: «En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles del cielo, ni el Hijo. Solamente lo sabe el Padre.
»Como sucedió en tiempos de Noé, así sucederá también cuando regrese el Hijo del hombre. En aquellos tiempos antes del diluvio, y hasta el día en que Noé entró en la barca, la gente comía y bebía y se casaba. Pero cuando menos lo esperaban, vino el diluvio y se los llevó a todos. Así sucederá también cuando regrese el Hijo del hombre. En aquel momento, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado. De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra será dejada.
»Manténganse ustedes despiertos, porque no saben qué día va a venir su Señor. Pero sepan esto, que si el dueño de una casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se mantendría despierto y no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. Por eso, ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.»
El Evangelio del Señor.
Te alabamos, Cristo Señor.
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El SERMÓN
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EL CREDO NICENO
Creemos en un solo Dios,
Padre todopoderoso,
Creador de cielo y tierra,
de todo lo visible e invisible.
Creemos en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza que el Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros y por nuestra salvación
bajó del cielo:
por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre.
Por nuestra causa
fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato:
padeció y fue sepultado.
Resucitó al tercer día,
según las Escrituras,
subió al cielo
y está sentado a la derecha del Padre.
De nuevo vendrá con gloria para juzgar
a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creemos en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creemos en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Reconocemos un solo Bautismo
para el perdón de los pecados.
Esperamos la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.
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ORACIÓN DE FIELES (Fórmula VI)
Oremos por la Iglesia y por el mundo.
Omnipotente Dios,
concede que cuantos confesamos tu Nombre
estemos unidos en tu verdad,
vivamos unánimes en tu amor
y manifestemos tu gloria en el mundo.
Silencio.
Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.
Dirige al pueblo de este país
y de todas las naciones
por caminos de justicia y paz,
para que nos respetemos unos a otros
y procuremos el bien común.
Silencio.
Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.
Danos reverencia por la tierra,
que es creación tuya,
para que utilicemos debidamente sus recursos
en servicio de los demás
y para tu honra y gloria.
Silencio.
Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.
Bendice a aquéllos cuyas vidas están unidas a las nuestras,
y concede que sirvamos a Cristo en ellos
y nos amemos unos a otros, así como él nos ama.
Silencio.
Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.
Consuela y sana a todos aquéllos que sufren
en cuerpo, mente o espíritu;
en sus tribulaciones dales valor y esperanza,
y llévalos al gozo de tu salvación.
Silencio.
Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.
Encomendamos a tu misericordia a todos los difuntos,
para que tu voluntad se cumpla en ellos;
y te pedimos que nos hagas partícipes
con todos tus santos de tu reino eterno.
Silencio.
Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.
(El Pueblo puede añadir sus propias peticiones con la mismas peticiones.)
Silencio.
Señor, en tu misericordia,
atiende nuestra súplica.
Porque tuya is la majestad, Padre, Hijo, y Espíritu Santo;
tuyo es el reino, y el poder, y las gloria,
ahora y por siempre.
Amén.
Confesemos nuestros pecados contra Dios y contra nuestro prójimo.
Dios de misericordia,
confesamos que hemos pecado contra ti
por pensamiento, palabra y obra,
por lo que hemos hecho
y lo que hemos dejado de hacer.
No te hemos amado con todo el corazón;
no hemos amado a nuestro prójimo
como a nosotros mismos.
Sincera y humildemente nos arrepentimos.
Por amor de tu Hijo Jesucristo,
ten piedad de nosotros y perdónanos;
así tu voluntad será nuestraalegría
y andaremos por tus caminos,
para gloria de tu Nombre. Amén.
Dios omnipotente tenga misericordia de ustedes,
perdone todos sus pecados por Jesucristo nuestro Señor,
les fortalezca en toda bondad
y, por el poder del Espíritu Santo,
les conserve en la vida eterna.
Amén.
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La paz del Señor sea siempre con ustedes.
Y con tu espíritu.
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LOS ANUNCIOS
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SANTA COMUNIÓN
Anden en amor, como también Cristo nos amó,
y seentregó a sí mismo por nosotros,
ofrenda y sacrificio a Dios.
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HIMNO
Con Cánticos, Señor
(#28, El Himnario)
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El Señor sea con ustedes.
Y con tu espíritu.
Elevemos los corazones.
Los elevamos al Señor.
Demos gracias a Dios nuestro Señor.
Es justo darle gracias y alabanza.
En verdad es digno, justo y saludable, darte gracias, en todo tiempo y lugar, Padre omnipotente, Creador de cielo y tierra.
Porque enviaste a tu amado Hijo para redimirnos del pecado y de la muerte, y para hacernos en él herederos de la vida eterna; para que, cuando vuelva en poder y gran triunfo a juzgar al mundo, nos gocemos contemplando su manifestación, sin temor ni vergüenza.
Por tanto, te alabamos, uniendo nuestras voces con los Ángeles y Arcángeles, y con todos los coros celestiales que, proclamando la gloria de tu Nombre, por siempre cantan este himno:
Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. (2x)
Hosanna en el cielo. (2x)
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo. (2x)
Te damos gracias, oh Dios, por la bondad y el amor que tú nos has manifestado en la creación; en el llamado a Israel para ser tu pueblo; en tu Verbo revelado a través de los profetas; y, sobre todo, en el Verbo hecho carne, Jesús, tu Hijo. Pues en la plenitud de los tiempos le has enviado para que se encarnara de María la Virgen a fin de ser el Salvador y Redentor del mundo. En él, nos has librado del mal, y nos has hecho dignos de estar en tu presencia. En él, nos has sacado del error a la verdad, del pecado a la rectitud, y de la muerte a la vida.
En la víspera de su muerte por nosotros, nuestro Señor Jesucristo tomó pan; y dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, y dijo: "Tomen y coman. Este es mi Cuerpo, entregado por ustedes. Hagan esto como memorial mío".
Después de la cena tomó el cáliz; y dándote gracias, se lo entregó, y dijo: "Beban todos de él. Esta es mi Sangre del nuevo Pacto, sangre derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados. Siempre que lo beban, háganlo como memorial mío".
Por tanto, oh Padre, según su mandato,
Recordamos su muerte,
Proclamamos su resurrección,
Esperamos su venida en gloria;
Y te ofrecemos nuestro sacrificio de alabanza y acción de gracias, Señor de todos; ofreciéndote, de tu creación, este pan y este vino.
Te suplicamos, Dios bondadoso, que envíes tu Espíritu Santo sobre estos dones, para que sean el Sacramento del Cuerpo de Cristo y su Sangre del nuevo Pacto. Unenos a tu Hijo en su sacrificio, a fin de que, por medio de él, seamos aceptables, siendo santificados por el Espíritu Santo. En la plenitud de los tiempos, sujeta todas las cosas a tu Cristo y llévanos a la patria celestial donde, con todos tus santos, entremos en la herencia eterna de tus hijos; por Jesucristo nuestro Señor, el primogénito de toda la creación, la cabeza de la Iglesia, y el autor de nuestra salvación.
Por él, y con él y en él, en la unidad del Espíritu Santo, tuyos son el honor y la gloria, Padre omnipotente, ahora y por siempre.
Amén.
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Oremos como nuestro Salvador Cristo nos enseñó:
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga tu reino,hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.
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Cristo, nuestra Pascua, se ha sacrificado por nosotros.
¡Celebremos la fiesta!
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(La oración del gente que no puedan estar hoy en la iglesia.)
Jesús mío,
creo que eres verdaderamente presente
en el Sagrado Sacramento del Altar.
Te amo encima de todas las cosas,
y te anhelo en mi alma.
Como ahora no te puedo recibir sacramentalmente,
entra al menos espiritualmente en mi corazón.
Como si ya hubieras venido,
te abrazo y me uno completamente a ti;
nunca permitas que me separe de ti. Amén.
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Cordero de Dios, Cordero de Dios
que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, Cordero de Dios
que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Cordero de Dios, Cordero de Dios
que quitas el pecado del mundo,
danos tu paz.
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Los Dones de Dios para el Pueblo de Dios.
Tómenlos en memoria de que Cristo murió por ustedes,
y aliméntense de él en sus corazones,
por fe y con agradecimiento.
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HIMNO
Toda La Tierra
(El Himnario, #28)
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Oremos.
Eterno Dios, Padre celestial,
en tu bondad nos has aceptado
como miembros vivos de tu Hijo,
nuestro Salvador Jesucristo;
nos has nutrido con alimento espiritual
en el Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre.
Envíanos ahora en paz al mundo;
revístenos de fuerza y de valor para amarte
y servirte con alegría y sencillez de corazón;
por Cristo nuestro Señor. Amén.
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LA BENDICIÓN DE ADVIENTO
Que Dios todopoderoso,
por cuya providencia nuestro Salvador Cristo
vino a nosotros en gran humildad,
les santifique con la luz de su bendición
y les libre de todo pecado.
Amén.
Que aquél cuya seguna venida
en poder y gran gloria aguardamos,
les haga firmes en la fe,
gozosos en la esperanza,
y contantes en el amor.
Amén.
Que ustedes, los que se regocijan
en el primer Adviento de nuestro Redentor,
en el segundo sean recompensados
con la vida eterna.
Amén.
Y la bendición de Dios omnipotente,
el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo,
sea con ustedes
y more con ustedes eternamente.
Amén.
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DESPEDIDA
Vayan en paz para amar y servir al Señor
Demos gracias a Dios.
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El servicio termina en silencio.
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