“Hablando en lenguas”

Homilia de la Rev. Rhonda J. Rubinson
Iglesia de la Intercesión, Ciudad de Nueva York

31 de Mayo del 2020

En el nombre De Dios: Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Amen.

Cuando leemos la Biblia por primera vez, puede que parezca más “balbuceria” que Biblia. Al leer las escrituras Hebreas, puede uno sobrecargarse y confundirse debido a las muchas historias que al parecer son desconectadas entre sí e interminables, con nombres de personas  y de lugares que no se pueden pronunciar, un revoltijo como de película documental de viajes.conteniendo historia, poesía, profecía e historias que para el mundo suenan como cosas de cuento popular en lugares con nombres extraños como “El Jardín del Edén” o “El Arca de Noé”.

El Nuevo Testamento es más corto, sobre menos tiempo y alcance, pues solo  se trata de Jesús y sus discípulos, más aún así, puede al igual, ser motivo de confusión. Los Evangelios no logran estar de acuerdo uno con otro aún en lo que se considera básico. - Nació Jesús en Nazaret o en Belén? - las Epístolas; también, se leen como  un “sancocho” extraño, con agendas e instrucciones sobre cómo llegar a ser un discípulo Al leer a Pablo reconocemos que es la “gracia” y no los hechos lo que nos salva, más si leemos a Pedro, entonces, la gracia es tan importante como el esfuerzo o trabajo, para la salvación. Y,  yo se que hablo por mi, y posiblemente por algunos de ustedes, cuando digo que no tengo la más remota idea de nada de lo que dice el libro de Revelaciones.

Más al seguir la lectura de la Biblia, descubrirás que contiene tan solo unos cuantos temas que funcionan como conecciones  entre los libros en ambos testamentos; de tal manera, que al seguir la lectura, adquieres la experiencia de estudiar las mismas enseñanzas una y otra vez, con distintas perspectivas. Como hoy es Domingo de Pentecostés, es mi deseo, que enfoquemos toda  nuestra atención tan solo en uno de los temas centrales de la escritura; el poder del Espíritu Santo, como se manifiesta en la lengua.

Cuando pensamos en lengua, por supuesto, enseguida pensamos en palabras, que de hecho, así  es como la Biblia se comunica con nosotros. La Biblia hace uso de palabras para comunicar y desarrollar los temas. Algunas veces, la Biblia,  lo consigue con el uso de “tipos” de historias, con sus caracteres, los que se conectan entre sí. Y algunas historias sirven de sujetalibros para los que se añaden en reversa,  sentido contrario. Tal es el cuento de la caída de Adán y Eva, quienes desobedecieron a Dios, que da reversa, su contrario con la acción de María y Jesús quienes son, como el diamante sin defecto, en términos de someterse en obediencia a la voluntad De Dios

Ahora bien. la lectura de hoy, de Hechos de los Apóstoles, sobre la venida del Espíritu Santo, en Pentecostés, es precisamente un ejemplo de ello. Es el reverso, lo contrario a la historia de “La Torre de Babel”. Una historia del Libro de Génesis donde Dios, de manera deliberada, confunde el lenguaje de la raza humana luego de que los humanos  desarrollan planes para construir una torre que ascienda y alcance el cielo, ayudados e incitados por tener entonces una lengua universal. Una historia sobre el poder de la lengua para crear tanto el bien como el mal y que sirve como un cuento de precaución sobre la interrupción de la comunicación como castigo por la soberbia, la ambición, capacidad para irritar, deseos codiciosos, y orgullo de un pueblo. Dios sabe que un pueblo sin el poder de comunicación es  incapaz de crear. Si deseas desbaratar los planes de alguien, interrumpe la capacidad de comunicación que tenga, su plan, inevitablemente se desmorona..

Recuerde que el poder creativo de la palabra, lengua, es el primer gran tema que se introduce en toda la Sagrada Escritura. Según Dios habla se va creando la existencia en Génesis: este mismo poder creativo, generativo en la Bíblica, se llama, el “Logos” en el Evangelio de Juan; y es el poder creador de la palabra, lo que el evento de Pentecostés le restaura a la raza humana cuando las lenguas de fuego caen sobre los discípulos mientras oran en Jerusalén  permitiéndoles de pronto, el entenderse y comunicarse con los que hablan otras lenguas.

Esto es de asombro, no solamente porque se pudieron comunicar unos con los otros sin conocer sus lenguas o idiomas, como hoy lo hacemos con “Duolinguo o. Roseta”. La redención que Dios concede a los discípulos en ese momento es notable - Esta redención es una restauración de la confianza, un momento increíblemente importante, aunque no siempre considerado así, parte del relato de Pentecostés. Al sanar al mundo que se había fracturado, dividido en muchas lenguas y culturas, y al rehacerlo como uno nuevo, vibrante, diverso, más con comunicación restaurada, el Señor le está confiando a los discípulos el maravilloso poder creativo que los arquitectos y constructores  de la Torre de Babel habían abusado y el que les fue removido. Este legado incalculablemente precioso es lo que equipa a los apóstoles y les permite seguir y llevar el trabajo de Jesús al mundo. El uso de la lengua es lo que les permite ser las manos y pies de Jesús. El poder restaurado de la lengua es lo que les permite llevar perdón, sanar, reconciliar, predicar y aún bautizar. - los sacramentos consisten en acción y palabras, y esto es obsequiado, dado, a los apóstoles en fuego y Espíritu en Pentecostés.

Ya hemos visto el poder que el lenguaje ejerce cuando es usado para bien y también para mal. Y todos hemos tenido experiencias que evidencian esos usos. Hemos. estudiado tanto los desastres de Adolph Hitler así como las prédicas llenas del Espíritu que escuchamos de Dr. Martin Luther King, Jr.,  hemos visto cómo han intentado, por a un lado, crear el infierno y al otro lado una Comunidad Amada. Ambas usando el poder creativo que nos dan las palabras. También hemos visto cómo la retórica política viciosa, puede destruir nuestra nación - y aún nuestro mundo - rompiendo, cuando las palabras se expelen como municiones o  instrumento de ataque y destruir.

Esto nos trae a esta realización sorprendente; de que el hablar el mismo idioma o lenguaje, no es en sí una garantía de tener una buena comunicación. Hace unos años les conté la historia de una mujer mayor  con quien compartí una hora de oración, las dos sentadas en un banco de el jardín de una iglesia cerrada en la isla de Corsica, sin ninguna de las dos poder hablar el lenguaje de la otra, para nada; nos comunicamos en espíritu. - mientras que a menudo, siento  que no logro comunicarme efectivamente con otros de mi grupo social compartido, aún cuando hablamos el mismo idioma; tenemos el mismo idioma, más nos falta el mismo espíritu.

Esto cobra mayor vigencia en esta, nuestra época, de comunicaciones globales, cuando podemos sentirnos más cerca a personas de otras naciones, culturas, grupos étnicos y aún diferentes denominaciones y fe, de lo que sentimos con nuestro propio grupo.familiar. Esto es particularmente cierto durante la pandemia, la que actualmente compartimos,  sufrimos cuando intentos políticos para separarnos, dividirnos y aislarnos del resto del mundo y de nosotros mismos, nos amenazan, con llevarnos otra vez de regreso a la Torre de Babel. Pero aún así tenemos buenas nuevas, cómo discípulos de Jesús en el mundo actual, recibimos la misma sanación, perdón, reconciliación, predica, y poder sacramental con los que fueron investidos los apóstoles en el aposento alto el día de Pentecostés. 

Vayamos más adentro. Es estos días podemos abarcar más en cuanto  al significado de lo que es lenguaje y podemos incluir muchas otras formas con las que nosotros los humanos nos comunicamos e interactuamos unos con otros alrededor del mundo. Piensen en todas las formas de comunicación no lingüísticas que hoy usamos. El lenguaje de matemáticas, por ejemplo, o la música con de la que comulgamos hoy gracias a Bill y Justin. Piensen en todos los lenguajes que se usan gracias a la tecnología que hoy usamos durante este mismo servicio, incluyendo, ecuaciones de física, códigos de computadora; y, piensen en el lenguaje de nuestro código genético, de DNA. El manual de instrucciones de cómo construir, manejar y  reproducir toda “cosa” viviente del mundo está escrito en las letras, palabras, oraciones, párrafos y finalmente, en la novela de nuestros propios genomas.

Aun más! Ahora podemos comunicarnos con partes del mundo que no hablan para nada nuestro lenguaje. - sabemos que las  mascotas como, los perros y los Gatos logran que los entendamos sin usar palabra ni siquiera levantar una pata, no tienen que decirnos: “tengo hambre” o “quiero salir a dar una vuelta”. Esto me lleva a hacerme una pregunta inusitada:  habrá partes de la creación con las que podemos comunicarnos a niveles intensos si tan sólo pusiéramos nuestra atención a los mensajes que vienen de nuestro propio planeta, en nuestra dirección? Es esta una pregunta o concepto ridículo?, No lo creo asi. Vemos cambios por donde quiera, que podrían representar mensajes - desde arrecifes de coral que están cambiando su color a púrpura brillante,  porque se les está irritando, y al hecho de estar sintiendo más tormentas, más frecuentes y severas. A la misma vez, según nos encerramos, y nos quedamos en casa, a causa de la pandemia, vimos señas de que nuestro planeta está tratando de sanarse a sí mismo, rápidamente; hablamos de esto hace unas cuantas semanas. El planeta se está comunicando con nosotros, dándonos señales, de muchas maneras, y sabemos que tenemos la capacidad para poderlo  entender. La pregunta sería: Le hacemos caso? Y, actuaremos, al recibir esas señales, ajustando nuestra conducta en respuesta?

Asi Es, que la Palabra de Dios puede escribirse en diversos lenguajes, y también leer la Biblia para descubrir las conecciones internas que unen a todas estas lenguas. Jesús, el Verbo, Palabra,  hecho carne, es la encarnación de esa coneccion, ese Logos, esa Palabra encontrada en todo lo que fue hecho.. Hay creación en y alrededor de nosotros. Primeramente el universo visible, quien nos habla de  Dios. El Salmo 119 dice:” El cielo habla de la gloria del creador y el firmamento proclama la obra de sus manos.” El mismo Albert Einstein dijo, sobre nuestra lucha por entender la creación: “Somos como un niño pequeño entrando a una inmensa biblioteca. Las paredes están cubiertas de piso a techo con libros en muchas lenguas.”. Y Immanuel Kant conecta ese éxo-universo con el intra-universo de alma y espíritu cuando dice: “ dos cosas continúan ocupando nuestra mente con un continuo y creciente asombro y admiración: el firmamento con sus astros afuera, exo, y la ley moral interna, intra”. Es con el Espíritu que nos envía Jesús en Pentecostés para reemplazar su presencia en el mundo, que repara todo lo que había quedado roto desde aquella Torre de Babel, y por  la cual Jesús vino al mundo a restaurar. En Pentecostés, somos revestidos con el poder que estaba disponible mediante el Verbo cuando se esparcía el el agua de vida. Ese poder maravilloso está disponible a nosotros, siempre y cuando estemos dispuestos a tocarlo por el bien del mundo entero perteneciente a Dios .

Cómo hacemos esto?  Pues, usando todos los lenguajes que se nos han confiado, de cualquier forma, para crear y no destruir. Luchando contra las palabras y acciones   ambiciosas, divisivas, codiciosas, y llenas de orgullo que quieren dominar el mundo y reemplazar a Dios. Fortaleciendo entonces con palabras y hechos, acciones de sanación, reconciliación, con predica y bendición.

Si, nos encontramos en un tiempo de confusión y de peligro en esta pandemia, y tal parece que nos acercamos a un tiempo más dañino según nos acercamos a las elecciones en noviembre. Ya podemos percibir, escuchar  y vislumbrar la Torre de Babel según se reconstruye ahora mismo. Más Dios no bajará de nuevo a destruir y modificar nuestros planes ; pues en Pentecostés, hace unos 2,000 años atrás, se nos dio lo que necesitamos para evitar que esa torre sea construida. Está en nuestras manos. -  como Cristianos, como hijos De Dios, como Americanos y como ciudadanos de nuestro mundo de hoy, regocijémonos en Pentecostés - y mi oración hoy, es que el Espíritu Santo nos llene de gracia, Sabiduría, y Poder según nos movemos para hablar con el Amor, la Paz, y el Poder del Espíritu.  

Amen.